Caminando por este callejón oscuro, sentí esa mirada detrás de mí, al voltear pude notar una silueta, esos ojos brillantes que me acechaban, que me invitaban a acercarme, que me seducían para seguirte, y eso fue lo que hice, camine, camine, pero mientras más caminaba mas te alejabas, decidí acelerar mi paso, hasta correr detrás de ti
“Tú eres quien puede salvarme, anda hazlo sálvame por favor, por favor” gritaba lo más fuerte que podía para que escucharas, tú mi salvador, tú mi fiel amante, voltea! Déjame ver ese rostro, ese rostro que todos los mortales envidiarían, ese rostro por el que me derrito cada día.
Ven! Sálvame! Ven! Se mío! No me dejes sola por favor, otra vez no, te necesito, tu eres mi única salvación, mi único amor, mi único dolor, mi único martirio, no te alejes, no me dejes, Regresa Oh mi pasión!
Por favor llévame contigo… te necesito, susurre… Y otra vez estaba sola en ese callejón, tan oscuro, tan vacio, tan lleno de dolor, tan falto de pasión, de esperanza… de vida
¿Por qué me dejas? ¿Por qué te alejas? ¿Por qué te vas cuando más te necesito? ¿Por qué no me dejas mirar de nuevo esos ojos hipnóticos? ¿Por qué no me dejas volver a besar esos labios apasionantes? ¿Por qué me vuelves a abandonar?
Regresa a mí y sálvame, Tú, mi amor inmortal, tú, mi fiel salvador, tú, mi deseo profundo, tú… mi desconocido…
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domingo, 22 de mayo de 2011
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